Objeciones de los desobedientes al bautismo
Los que rechazan el bautismo en agua, para el perdón de los pecados esgrimen siempre los siguientes argumentos:
1- El ladrón arrepentido fue salvo sin que fuera bautizado.
Respuesta: Lógico, el ladrón arrepentido no pudo bautizarse después de creer en el Cristo, por la sencilla razón de que estaba crucificado. Segundo el mandamiento del bautismo para perdón de pecados fue dado después de la resurrección del Señor.
2- Si el perdón de los pecados se recibiera cuando somos bautizados en el nombre del Señor Jesús, el Cristo (tal como enseña el Evangelio) entonces todos los millones de cristianos que han sido bautizados “en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo” no podrían ser salvos.
Respuesta: Dios perdona la ignorancia humana, y todos los cristianos que se han bautizado en “el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo” es porque ignoraban que el verdadero bautismo es solamente en el nombre de Jesús, el Cristo, por lo tanto, Dios perdona a los que ignoran la verdad, ¡pero no a los que RECHAZAN voluntariamente la verdad que ya conocieron!
3- Si el perdón de los pecados se recibiera al bautizarnos en agua, en el nombre de Jesús, el Cristo, entonces la salvación ya no sería por medio de la fe, sino por nuestras obras.
Respuesta: la salvación es por la gracia de Dios, por medio de la fe (Ef.2:8-9), sin embargo, Dios es el autor de la eterna salvación para aquellos que LE OBEDECEN (Heb.5:8-9), es decir, la verdadera fe es aquella que obedece al Señor, y el Señor ha dicho que quien crea, Y SEA BAUTIZADO, será salvo (Mr.16:16). Los que dicen creer en el Cristo, pero no obedecen lo que él dijo, entonces no son cristianos, sino falsos cristianos.
Bautizarse en el nombre de Yeshúa, el Cristo, NO ES UNA FÓRMULA RITUALISTICA DE LA CUAL DEPENDA NUESTRA SALVACIÓN ETERNA, no se trata de repetir unas palabras “mágicas” para ser salvos, sino de OBEDECER al Señor, pues cuando nos bautizamos por inmersión, y en el nombre de Jesús, el Cristo, estamos aceptando de verdad que hemos muerto a la carne con el Cristo, y que hemos resucitado con él para una vida nueva, y es entonces cuando nuestros pecados pasados son perdonados por Dios, y recibimos el don del espíritu santo (Hch.2:38), sin embargo, millones de “cristianos” han sido engañados totalmente con la diabólica doctrina de que no hace falta obedecer al Señor bajando a las aguas del bautismo, sino que uno ya es salvo cuando “acepta a Cristo”, quedando el bautismo como algo opcional para el “creyente”, o simplemente como un chapuzón sin valor espiritual que nos hace miembros oficiales de alguna secta de la cristiandad apóstata, ¡esto no es el verdadero bautismo enseñado en el Evangelio y practicado por los apóstoles!
¿Quiere recibir usted el perdón de todos sus pecados y el don del espíritu santo?, pues OBEDEZCA AL SEÑOR, y bautícese por inmersión en el nombre del Señor Jesús, el Cristo, y entonces será salvo en el día postrero.