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Paciencia con los mentirosos y chismosos



Cuando creemos que estamos haciendo las cosas bien y queremos ser personas leales con los demás, parece ser que el enemigo no le gusta y busca a aquella persona que uno menos espera para hablar mal de ti.
A veces no podemos creer como nuestro mejor amigo o amiga haya hablado de ti para dañar tu imagen, para causarte daño, si esto te está pasando solo tienes que mirar a Dios y decirle que te llene de paciencia.

Si han hablado de ti mintiendo no te vayas a preocupar por ello, la palabra de Dios nos dice que eres un creyente  bienaventurado, eres una persona dichosa, no te preocupes por los insultos o las mentiras, tu tranquilo que Dios te dará a su debido tiempo la victoria, la escritura dice: “Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras.” (Mateo 5:11).
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Lo peor de una mentira es que muchos la creen, y son capaces de juzgarte aun sin conocerte, sin saber en realidad como eres, esta es la causa del veneno de la mentira. El primer efecto dañino que tienen las mentiras es que cauterizan tu conciencia y la primera expresión de tu rostro es NO LO PUEDO CREER. Te recuerdo querido hermano que la mentira entre todos los pecados es el más común.

Los mentirosos tienen poca o no conciencia, son personas insensibles.  Hay “creyentes” que te prometen realizar respectivo trabajo y tú como confías en él, le pagas por adelantado, pero después te encuentras con la sorpresa que fuiste engañado por esta persona “cristiana”.

Los mentirosos son personas que tiene cauterizada la conciencia y no es extraño que encontremos personas en el mundo que tienen mejores conciencia que los mismos creyentes de la iglesia y esto es: “por la hipocresía de mentirosos que, tienen cauterizada la conciencia” (1 Timoteo 4:2). Mentir es una indiscreción peligrosa porque gradualmente comienzas a creer tus propias mentiras, causando en tu vida lo que se llama auto-engaño, la escritura dice: “…Engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22).

Los cristianos mentirosos llegan a una etapa que se llama corazón entenebrecido, es decir sus corazones se vuelven duros como roca, llenos de oscuridad, Dios nos dice: “No endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:8).  La mentira es un arma de Satanás para enredar a los simples con palabras mentirosas.  La mentira es un instrumento del diablo para causar gran maldad en el pueblo de Dios, por eso debemos tener mucho cuidado con lo que decimos, no podemos dejar que el diablo nos use para causar daño a los hermanos o ministros de Dios.

Cuando un creyente miente, esta agarrando una de las armas preferidas de Satanás, nuestro señor Jesús lo llamo como el padre de la mentira: “… Porque es alta y padre de mentira” (Juan 8:44).  Yo he experimentado ataques contra la iglesia que ministro y contra mi ministerio por algunos miembros de esta comunidad, pero he llegado a la conclusión que si mintieron y hablaron mal del ministerio de  Jesucristo, que lo único que hacía era hacer el bien y sanar a todos los que estaban siendo afligidos por el diablo.

La gente de ese tiempo llego hablar tan mal de Jesús que aun en sus comentarios se les veía la mentira en sus rostros. Si hablaron de Jesús, el Dios creador de todo lo que existe, que no podrán hablar de mí que solo busco llevar a las almas perdidas al verdadero camino de la salvación. Fueron varios los testigos falsos que se presentaron para hablar en contra del ministerio de Jesús y de sus discípulos:

• “Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. (Mateo 26:59-61).

• "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo". (Lucas 6:22).

• “Y algunos, levantándose, daban falso testimonio contra El…” (Marcos 14:57).

• “Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino, y vosotros decís: ``Tiene un demonio.…” (Lucas 7:33-34).

• “Porque muchos daban falso testimonio contra El, pero sus testimonios no coincidían.” (Marcos 14:56).

• “Entonces, en secreto persuadieron a algunos hombres para que dijeran: Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.…” (Hechos 6:11-13).

La mentira es una de las seis cosas que Dios aborrece, si usted es un creyente mentiroso no tenga la menor duda que estas siendo odiado por Dios: “Seis cosas aborrece Jehová… La lengua mentirosa…” (Proverbios 6:16,17). Lo recomendable es ser honesto contigo mismo y corrige cualquier mentira que hayas dicho de alguien de tu comunidad.

Aunque te hagas llamar cristiano y tu vida seas dominada por las mentiras, debes tener mucho cuidado, porque los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre: “Todos los mentirosos no entraran al reino de Dios, sino que estarán en el infierno” (Apocalipsis 21:8).

No hagas resbalar a tu hermano mediante la lengua lisonjera, esto significa adorar excesivamente a alguien de una manera no sincera para obtener el favor de dicha persona, estas personas hablan palabras que no son verdad para alimentarles el EGO.  Hacen que el pastor o el líder se sienta como si fuera la persona más admirable y le dicen: “Que hermosa predica, nadie predica tan bueno como usted” Muchos dicen que  predicas mejor que el pastor, recuerde que la boca lisonjera hace resbalar (Proverbios 26:28), lo mejor es no usar lenguas lisonjeras (1 Tesalonicenses 2:5).

Uno de los venenos mortales de la lengua es la chismería… Los creyentes chismosos tienen la habilidad de separar hasta los mejores amigos, y aun destruir a los hogares cristianos con sus comentarios mal intencionado. La escritura dice: “NO ANDARAS CHISMEANDO ENTRE TU PUEBLO…” (Levítico 19:16). La chismería es una de las causas principales de división en la iglesia del señor Jesús, el creyente chismoso toma esta arma de Satanás para destruir el pueblo de Dios: “Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismosos, cesa la contienda” (Proverbios 26:20). Qué bueno sería que no existieran los chismosos en la iglesia.

Cuando un chismoso esta en potencia, es un arma que reparte la mentira de casa en casa, se puede comparar a uno que reparte cartas, son como mujeres: “… Andando de casa en casa… chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran” (1 Timoteo 5:13). La escritura nos recomiendan que nos apartemos de estas  creyentes que causan división: “… Que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos… y que os apartéis de ellos” (Romanos 16:17).

Todo cristiano debe andar o caminar con mucho cuidado con estas personas, ellos te pueden dañar tu relación con Dios, pueden ser tropiezo para tu ministerio, recuerda que  sus palabras son como bocados suaves que penetran hasta las extrañas, (Proverbios 18:18).

Dejemos todas estas cosas que no convienen, vivamos una vida de acuerdo a la voluntad de nuestro Dios y salvador Jesucristo, el señor nos recomienda hacer todo sin murmuración y sin contienda, (Filipenses 2:14), (1 Corintios 10:10). Si han chismeado de ti, si han hablado mal de ti, aprende a perdonar, el número de veces que te ofendan, es mejor que tengas paz en tu corazón, es mejor decir señor DAME PACIENCIA. Dice la Escritura: "Mejor que el fuerte es el paciente, y el que sabe dominarse vale más que el que conquista una ciudad" (Proverbios 16:32). Dios te concede la virtud de la paciencia, que fortalece el alma para aceptar el dolor y no verse deprimido ni oprimido por la tristeza, como dice Pablo: "Necesitáis la paciencia para que cumpliendo la voluntad de Dios, alcancéis la promesa (Hebreos 10:36). Y Jesús por Lucas: "Por vuestra paciencia salvaréis vuestras almas" (Lucas 21:19).

La vida eterna es nuestra meta, el reino de los cielos es nuestro hogar eterno y de verdad que son muchos los que se van a quedar sin conseguir este objetivo. Busquemos más del señor y veamos la necesidad de pedirle que nos ayude con su espíritu para ser personas leales y sinceras.

Lo importante es desechar la mentira, y que hablemos solo la verdad (Efesios 4:5).

Dios les continúe bendiciendo