LOS SORTEOS Y LAS RIFAS EN LA VIDA CRISTIANA
Cuando hacíamos parte de este mundo de pecado estábamos sometidos al maligno, pues según la escritura él es el gobernador del mundo: “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.” (1 Juan 5:19).
Hay una diferencia para los que conocemos que nuestra vida es gobernada por Dios y los que son gobernados por el maligno. Antes hacíamos las cosas por no tener este conocimiento:
• “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.” Mateo 22:29).
• “teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Efesios 4:18),
• “Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” (1 Pedro 2:15).
• “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios” (Romanos 10:3).
• “Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados?” (Juan 7:49).
• “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.” (Lucas 23:34).
• “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” (2 Pedro 3:18).
• “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (1 Timoteo 2:4).
Cuando llego el tiempo del conocimiento de la verdad y de las cosas de Dios, caminamos en este mundo aunque no pertenecemos a él, caminamos con mucho cuidado con el fin de agradar en todo lo que hacemos a nuestro Dios y salvador Jesucristo: “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.” (Juan 15:19). Ahora ello se les hace raro que no hacemos los que ellos hacen, en ese desenfreno de querer tenerlo todo de la forma más fácil, sea por conseguir el dinero por una lotería, o por un juego de azar: “A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan” (1 Pedro 4:4).
Si usted de verdad acepto a Jesús como su Dios y salvador debe entender que las cosas viejas pasaron, ahora vivimos una vida nueva: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17). Hermanos ahora nuestro deber es mantener nuestra pureza, viviendo en santidad, como le agrada a Dios, maduro en la fe y la doctrina de cristo.
Pero es muy triste ver como en las iglesias los hermanos con el fin de obtener el dinero para compras ciertos materiales o instrumentos, realizan estas rifas y sorteos, con el fin de ganar un premio a cuenta de nada. Qué bueno es ganar un premio fácilmente, el rey David dijo: “Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a jehová mi Dios holocausto que no me cueste nada”. (2 Samuel 24:24). David sabía que a Dios no le agrada los sorteos o rifas, hacer esto es desobedecer a Dios, es mejor ofrecer a Dios lo que de verdad le cueste a uno, como el mismo lo dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra…” (Génesis 3:19). Que ridículo seria que usted querido hermano diera el diezmo de una rifa que se haya ganado, será que Dios se agradara de esto, yo creo que no.
Lo mismo está pasando con los hermanos que prestan dinero, lo que hoy se llama paga diarios o gota a gota. Esta gente que ofrece su dinero para hacer usura con el pueblo de Dios no son dignos de habitar en la presencia de Dios: “Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino. Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás” (Salmo 15).
Perdone que le diga todas estas cosas hermanos, pero es bueno decir lo que no está de acuerdo con la sana doctrina, recuerde que Dios expresó estas palabras: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta. Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma. Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras. Comerán, pero no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir a Jehová. Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.
Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde; porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar. Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados, debajo de las encinas, álamos y olmos que tuviesen buena sombra; por tanto, vuestras hijas fornicarán, y adulterarán vuestras nueras. No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando adulteren; porque ellos mismos se van con rameras, y con malas mujeres sacrifican; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.” (Oseas 4:6-14). Lo que más quiero yo es que usted camine en la vida cristiana conforme al corazón de Dios.
Sea celoso de las cosas de Dios, no deje que estas costumbres paganas entren a nuestras iglesias, porque estas cosas de sorteos o rifas pertenecen a las naciones que no tienen conocimiento y por ignorancia las practican: “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.” (Deuteronomio 18:9-14). Los hermanos se vuelven adivinos, agoreros, etc. Adivinar un número de una rifa, para ganar un premio, según ellos para salir de pobres, o para obtener un benéfico material. Cada una de estas prácticas tiene su significado gramatical, veamos:
Adivino: concordancia bíblica: agorero, hechicero, mago:
• “No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos.” (levítico 19:26).
• “No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.” (Levitico19:31).
• “Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?” (Isaías 8:19).
• “que deshago las señales de los adivinos, y enloquezco a los agoreros; que hago volver atrás a los sabios, y desvanezco su sabiduría.” (Isaías 44:25).
• “Y vosotros no prestéis oído a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros soñadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros encantadores, que os hablan diciendo: No serviréis al rey de Babilonia.” (Jeremías 27:9)
Adivinación: predecir lo futuro o descubrir las cosas ocultas por medio de agüero, sortilegios o por conjeturas, acertar el significado de un enigma. (Adivinación según concordancia bíblica, encantamiento, hechicería):
• “Vieron vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: Ha dicho Jehová, y Jehová no los envió; con todo, esperan que él confirme la palabra de ellos.” (Ezequiel 13:6).
• “Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación; ha sacudido las saetas, consultó a sus ídolos, miró el hígado.” (Ezequiel 21:21).
Adivinar: predecir el futuro por arte de magia, acertijo o enigma.
Agorero: se aplica a lo que o quien anuncia lo venidero o futuro.(adivino, encantador, hechicero).
Echar suerte: decidir por medio de sorteo o por cualquiera procedimiento de resultado imprevisible.
Fortuna: suerte favorable a algo o a alguien. Circunstancia casual de personas o cosas.
Lotería: juego público en que se premian con diversas cantidades de dinero o cosa, con números puestos en cartones y extrayendo algunos de una bolsa o caja; juego de azar consistente en que sortean varios premios en metálico o de otra especie.
Predecir: suposición, adivinación, anunciar por revelación ciencia o conjetura.
Probar fortuna: correr un riesgo en alguna empresa.
Probar suerte: participar en un sorteo, rifa, etc. intentar conseguir algo confiando en la buena fortuna.
Rifa: juego u operación que consiste en sortear una cosa entre varias.
Rifar: realizar la operación de la rifa, disputarse varias personas una cosa.
Sorteo: someter a la decisión de la suerte el destino de persona o cosa.
Sortilegio: adivinación que se hace por artes supersticiosas.
Suerte: fuerza o poder de determinar ciertos acontecimientos independientes de la voluntad del individuo, fortuna.
Para los que practican estas cosas la espada está preparada, es mejor que te apartes de estas cosas, te invito a que oigas a Dios en este momento: “ Pero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino; yo también os destinaré a la espada, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que me desagrada.” (Isaías 65:11-12). La obra de Dios no se sostiene con rifas o sorteos, la sagrada escritura informa que Dios les ordeno al pueblo de Israel que tomaran ofrenda para él, no que realizaran un bingo o algo parecido, esto no, Dios no actúa de esta forma, él quiere que apartemos lo que le corresponde a él, y debe ser de voluntariamente y de todo corazón: “Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.” (Éxodo 25:2).
Si le obedecemos a Dios tenemos la seguridad que habrá abundancia en las iglesias, no faltara nada, cuando se le da a Dios con amor, entonces diremos como dijo Moisés paren, no traigan más ofrenda. La obra de Dios querido hermano, se hace con las ofrendas del pueblo de Dios, no con bingos, ni rifas, ni sorteos, ni loterías. Estas cosas como dije antes son abominación para Dios. Él no quiere que nos juntemos con esta clase de personas, él no quiere que compremos boletas de rifas, no quiere que participemos en sorteos, dicho claramente no juguemos al azar, eso sería mostrar ansias o deseos muy fuertes de conseguir algo:
• “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.” (1 Corintios 5:11).
• “ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.” (1 Corintios 6:10).
• “los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo” (Efesios 4:19-20).
• “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. ” (Efesios 5:3-5).
Les recuero que el afán y la ansiedad al bienestar económico terminara en adición. No busquemos la prosperidad en los bingos, rifas o sorteos, no se vuelva un Ludopatico. (Ludopatía: Trastorno de comportamiento). Hermano nuestros recursos vienen del dueño del oro y la plata, Dios es nuestro principal proveedor, él es el dueño de todo: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.” (Hageo 2:8-9).
Si Dios es el propietario de todas las riquezas, es a Él a quien debemos pedirle la provisión. Él lo hará. Él no nos abandona; conoce nuestras necesidades y--en su voluntad—nos da lo que necesitamos, como explica el Rey Salomón: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.”(Proverbios 10:22). Dele a Dios el primer lugar. Como hijos suyos, podemos pedirle cuanto necesitamos y si está en conformidad con su voluntad, no le quepa la menor duda que lo recibirá. Aprendamos a depender de Dios, dejemos esas cosas que no convienen, somos nuevas criaturas, santos del altísimo, vivamos de acuerdo a su voluntad: “como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:1419). No dejemos que nuestras iglesias se contaminen con estas prácticas que Dios aborrece.
Dios les siga bendiciendo