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¿Dónde Quedó Nuestro Pacto? Restaurando el Pacto Matrimonial: Encontrando Bendición en la Presencia de Dios


En este artículo, reflexionaremos sobre la importancia de recordar y mantener vivo el pacto matrimonial que una vez hicimos ante Dios.

Es preocupante observar cómo muchos hombres y mujeres olvidan fácilmente las promesas y compromisos que hicieron en el altar, dejándose llevar por las pasiones y los placeres temporales. Existen hogares donde la ausencia de Dios es evidente, y parejas que se encuentran cansadas y desilusionadas, buscando en vano la felicidad que una vez esperaron encontrar en su matrimonio. En este contexto, nos preguntamos: ¿Dónde quedó el pacto? Y más importante aún, ¿cómo podemos restaurarlo?

La Necesidad de Dios en el Hogar:

Es triste constatar la ausencia de Dios en muchos hogares, donde las parejas se ven envueltas en su propio desconocimiento de Él, así como en la influencia negativa del mundo que les rodea. Un matrimonio sin la presencia de Dios es como un barco sin timón ni capitán, destinado a naufragar. Cuando el hogar se somete a la maldad y perversidad del pecado, se dirige hacia la destrucción. Por tanto, es fundamental reconocer la necesidad de Dios en nuestro matrimonio y buscar restaurar la conexión con Él.

"Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen" (Salmo 127:1).

Recuperando el Pacto:

Al recordar el pacto matrimonial que hicimos delante de Dios, nos comprometimos a estar juntos en todas las circunstancias, en la alegría y en la tristeza, en la abundancia y en la escasez. Prometimos fidelidad y lealtad mutua. Sin embargo, a menudo olvidamos el valor y la importancia de este pacto sagrado. Es momento de reflexionar y evaluar si estamos cumpliendo con nuestras promesas y si estamos caminando en obediencia a los mandamientos de Dios en unidad como matrimonio.

Nos comprometimos a estar juntos en todas las circunstancias, en la alegría y en la tristeza, en la abundancia y en la escasez. Prometimos fidelidad y lealtad mutua. Sin embargo, a menudo olvidamos el valor y la importancia de este pacto sagrado.

"Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2:24).

La Restauración a través de Dios:

La restauración del pacto matrimonial solo puede lograrse a través de Dios. Es en Su presencia y en Su amor redentor que encontramos la fuerza y la sabiduría para perseverar en nuestro compromiso matrimonial. Al buscar una relación más profunda con Dios y permitir que Su Palabra moldee nuestras vidas, podremos experimentar la verdadera bendición y prosperidad que tanto anhelamos en nuestro matrimonio.

"Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Como no puede dar fruto la vid por sí misma, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí" (Juan 15:4).

Una Oración por el Matrimonio:

Oremos para que el pacto matrimonial sea restaurado en aquellos hogares que han olvidado su importancia. Que Dios revele Su presencia y Su amor a las parejas, recordándoles el compromiso que una vez hicieron delante de Él.

Que podamos alinearnos con el diseño divino del matrimonio y encontrar la unidad y el propósito en nuestra relación, para la gloria de Dios y el bienestar de nuestro hogar.

En conclusión, recordemos que el pacto matrimonial es sagrado y requiere nuestro compromiso constante. Al buscar a Dios y caminar en Su voluntad, encontraremos la fuerza y la bendición para superar los desafíos y disfrutar de un matrimonio pleno. Mantengamos vivo el pacto y permitamos que Dios sea el centro de nuestra relación.