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¿CUÁL ES TU ACTITUD?



“Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús” Filipense 2:5. La Biblia Las Américas.



El sentir de todo cristiano debe ser la de su Señor y salvador Jesús, nuestro estado de ánimo puede ser el reflejo de nuestra vida cristiana, esta debe ser una actitud o estimulo del mismo sentir de Cristo.

Toda nuestra vida debe estar en el valor de pensar como Jesús, y ver si nuestra actitud ante toda circunstancia es el mismo acto de obediencia que tuvo el, como dijo Pablo a los Filipenses: “haya pues en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús”.

¿Qué es la actitud?

La actitud es un procedimiento que conduce a un comportamiento en particular. Es la realización de una intención o propósito.
Según la psicología, la actitud es el comportamiento habitual que se produce en diferentes circunstancias. Las actitudes determinan la vida anímica de cada individuo. Las actitudes están patentadas por las reacciones
Si leemos el siguiente versículo de este texto de Filipenses nos podremos dar cuenta cual fue la actitud que tuvo Jesús para con la humanidad, el se despojo a sí mismo, es decir se despojo de su naturaleza divina por cuanto era Dios desde la eternidad hasta su manifestación en forma de hombre en la tierra: “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:6-8. La realidad es que si aplicamos esta palabra en la vida de muchos creyentes, nos daremos cuenta que todavía hay en la iglesia cristianos que no se han despojado de sus creencias pasadas, no se han despojado de su forma de vivir mundana, no se han despojado de su vicio al cigarrillo o a las bebidas alcohólicas. No se han despojado de su estatus social, etc.
Nuestro señor Jesús se despojo de su igualdad con Dios, de su estado de divino y eterno, haciéndose semejante a los hombres, un hombre normal a su creación: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”  Hebreos 2:14.

Veamos este gran ejemplo con un fin definido, era el de destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.
Siguiendo estos grandes ejemplo de nuestro señor Jesús con propósitos bien definidos podemos ser victoriosos en cada problema que tengamos haciéndonos sencillos y humildes como él.

Yo te pregunto mi hermano ¿Cuál es entonces tu actitud en tu vida cristiana? Si usted ha sido bautizado en el nombre de Jesús para el perdón de los pecados y tener una nueva vida, su actitud debe manifestarse en el resultado de una nueva creación, pues las cosas viejas pasaron, y eso pasa si usted de verdad ha nacido de nuevo: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”2 Corintios 5:17.
El creyente nacido de nuevo se ha despojado del viejo hombre con su naturaleza pecaminosa, si de verdad tiene el mismo sentir de actitud de nuestro señor Jesús, usted se debe despojar de:

1. La actitud de desobediencia: si vemos a los muchos creyentes que hay en la iglesia nos encontraremos con los desobedientes, no solo a los pastores, sino también a sus líderes, estas son personas que no se han despojado de su altivez, creyentes cautivos por sus pensamientos de soberbias y razón, pues ellos siempre tienen la razón. Estas cosas debemos derribarlas y solo la podremos lograr si tenemos la actitud de obediencia del Señor Jesús: “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.” 2 Corintios 10:5-6.

2. La actitud egoísta: El creyente que es egoísta siempre busca su propio bien, para nada le interesa el bien de los demás y de estos abundan mucho en la iglesia, nunca visitan a sus hermanos cuando estos están enfermos. En una ocasión le pregunte a un hermano si había ido a orar por un hermano que estaba con muchos problemas familiares y la respuesta fue que el tenia sus propios problemas. Si vemos la actitud del Señor Jesús el siempre buscaba el bien de los demás. El apóstol Pablo dijo: “Ninguno busque su propio bien, sino el del otro” 1 Corintios 10:24.

3. La actitud de inmadurez: La inmadurez en la iglesia hace que el creyente se aparte del Señor Jesús, en una ocasión un hermano dejo de ir a la iglesia, cuandoo le pregunte porque no se estaba congregando me dijo que una hermana le no le saludaba y para estar allí mejor se fue. La respuesta a esta clase de actitud es: “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.” 1 Corintios 14:20.

4. La actitud carnal: siempre que vivamos o andemos en la carne seremos creyentes enemistados con Dios, vivir según la carne es vivir sujeto a las cosas del mundo antes que las de Dios y pasa mucho en la iglesia del Señor Jesús, creyentes que le dan más importancia a un paseo en familia los domingos, ir al cine, ir de campo, a jugar futbol, etc. Antes que ir a la iglesia a alabar y glorificar a Dios: “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.” Romanos 8:7-8

5. La actitud de rebeldía: Parece ser que los creyentes siguen en sí estado de rebeldía, malicia, envidia y deseos de concupiscencias. Cristianos que se aborrecen entre ellos mismos y aun así llevan sus ofrendas al altar. Lo que de verdad debemos tener es la actitud de bondad de nuestro Señor Jesucristo: “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,  para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” Tito 3:3-7.

6. La actitud de contienda y murmuración: La contienda y la murmuración es un gran problema en la iglesia que debemos acabar, y se ve en cada actividad donde se reúnen los grupitos de hermano preferidos, ellos siempre están de acuerdo y son los mejores, no aceptan a otros, pues son los mejores. Lo peor de todo es que hablan del pastor en secreto sembrando cizañas entre los hermanos, nunca están de acuerdo con el pastor, lo creen saber todo. Responden y devuelven maldición por maldición. El apóstol Pablo dijo: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.” Filipenses 2:14-16.

7. La actitud de vencido: En muchas ocasiones podemos pensar que ya no hay solución para nuestros problemas y podremos declararnos vencidos y si fuerza para seguir hacia adelante, una de las grandes palabras que declaro el apóstol Pablo en medio de las tribulaciones fue: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”  Filipenses 4:13. Un creyente debe tener la actitud vencedora, pues todo cristiano es más que un vencedor en Cristo Jesús: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:37-39.

Si tienes inseguridad en tu vida o te relacionas con estos hermanos mencionados, es mejor que te despojes de las malas amistades, despójate y evalúa tu vida. Recuerda que debes tener el mismo sentir que tuvo nuestro Señor Jesús. Evalúa tu vida y despojarte de toda actitud que no agrada a Dios.

Mi Señor Jesús te siga bendiciendo