No Seas Como el Tamo
“Serán como la paja delante del viento, Y como el tamo que arrebata el torbellino.” Job 21:18.
En muchas partes de la Biblia en Señor hace referencia a los seres humanos que son como el Tamo, esta es una comparación específica de los que se dejan llevar fácilmente por sus ideas de pecado o por la influencia de sus amigos a la maldad.
El Tamo es una partícula o residuo vegetal sumamente volátil que, a veces, se usa simbólicamente para designar lo superficial, sin valor y fácilmente destruible.
La persona o el creyente que es como el Tamo tienen las siguientes características:
1. Es un residuo. (Inservible, malo, sin utilidad).
2. Es volátil. (Son arrebatados, llevado de un lugar otro).
3. Es superficial. (No tiene solides y fundamento, es sin raíz).
4. Sin valor. (No es interesante).
5. Destruible. (Fácil de cambiar sus ideas y propósitos).
Dios sigue advirtiendo a estas personas que son como el tamo lo que les espera, ellos serán quemados en el infierno, pues sus pensamientos no se afirmaron a la voluntad de Dios, sino que siguieron sus pensamientos de continuo a la maldad, el dijo:
“No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento.” Salmos 1:4.
“Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.” Isaías 5:24.
“Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.” Daniel 2:35.
No quedara rastro alguno de los que son como el Tamo, para ellos está reservado el fuego eterno: “He aquí que serán como TAMO; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten.” Isaías 47:14.
El Señor Jesús advirtió que no seas como el Tamo, para que no sufras en el llanto y el dolor eterno: “y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes.” Mateo 13:42.
Por eso querido hermano y amigo no seas como el Tamo, no te dejes secar por los problemas, no te dejes secar por las aflicciones, no dejes que la circunstancias te flaqueen, pues si lo dejas de seguro caerás, el salmista dijo: “Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.” Salmos 20:8.
El enemigo quiere que caigas de tus metas y propósitos, el sabe que cuando estés agotado, te vas a secar muy pronto y es la única forma que te llevara al fuego. Usted debe mantenerse firme en el Señor Jesús, en su Dios y sus ideas de salvación. Hay una historia respecto a este tema de fortaleza y permanencia en el fundamento de nuestra vida en Dios. El enemigo llevo a dos jóvenes al horno de fuego, él quería que ellos cambiaran sus ideas y principios, pero ellos no fueron como el TAMO, ellos se mantuvieron en sus principios.
Cuando un creyente se mantiene firme en sus ideas doctrinales, Dios acude en su rescate, veamos: “El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia. Y envió el rey Nabucodonosor a que se reuniesen los sátrapas, los magistrados y capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado. Fueron, pues, reunidos los sátrapas, magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor. Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas, que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo. Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado. Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos. Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive. Tú, oh rey, has dado una ley que todo hombre, al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro; y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo. Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado. Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey. Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado? Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado. Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado. Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo. Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo. Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses. Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían. Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como éste. Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.” Daniel 3:1-30.
Dios está dispuesto apartarnos y protegernos del horno de fuego, el no quiere que sus hijos fieles vayan aparar a este lugar de tormento, el tiene su aventador en su mano para apartar a los que son como el TAMO de su reino, el quiere limpiar a todos, pero solo esto podrá ser una realidad cuando usted tome una decisión con el Señor de recibirle como el fundamento de su vida, el apóstol Pablo dijo: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” 1 Corintios 3:11.
El quiere recogerte y llevarte a su reino, pero quemara a los que son como la paja: “Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.” Lucas 3:17.
El profeta Oseas también hace referencia a los hermanos que son de doble animo que son como el TAMO, ellos son como la niebla de la mañana, o como el roció de la madrugada que pasa, el dijo: “Por tanto, serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el TAMO que la tempestad arroja de la era, y como el humo que sale de la chimenea.” Oseas 13:3.
También Isaías, Jeremías y Sofonías se refieren a esta clase de creyentes que por momentos están bien pero después son como el tamo, solo esta de paso:
“Y la muchedumbre de tus enemigos será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como TAMO que pasa; y será repentinamente, en un momento.” Isaías 29:5.
“Por tanto, yo los esparciré al viento del desierto, como TAMO que pasa.” Jeremías 13:24.
“antes que tenga efecto el decreto, y el día se pase como el TAMO; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros.” Sofonías 2:2.
Son personas inconstantes en todos sus caminos, caminan con Dios por un tiempo, pero cuando vienen los problemas y dificultades se dejan secar como el TAMO, el apóstol Santiago dijo: El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas. Santiago 1:8-11.
Para concluir evita ser como el TAMO, no te marchites, no te seques, no dejes que caigan tus propósitos y metas, permanece hasta el fin para que seas salvo del horno de fuego.
Y usted que todavía está como el TAMO, busque del Señor Jesús, solo el te puede purificar, solo el te puede fortalecer, solo él puede cambiar tu vida, tu destino de fuego, para llevarte a su Reino Celestial.
Mí amado Dios y Señor Jesús les bendiga