Cuándo no es la voz de Dios la que escucho?
En nuestra vida cotidiana, enfrentamos decisiones cruciales que pueden afectar nuestro futuro.
La importancia de escuchar la voz de Dios:
La voz de Dios es la voz de la sabiduría divina, la cual busca nuestro bienestar y nos guía por el camino correcto. En Proverbios 3:5-6 se nos insta a confiar en el Señor de todo corazón y a no apoyarnos en nuestro propio entendimiento. Reconocer y seguir la voz de Dios nos libra de los peligros y las trampas del mundo.
Las consecuencias de no escuchar la voz de Dios:
Cuando no seguimos la voz de Dios, nos exponemos a diversas consecuencias negativas. En Proverbios 14:12 se nos advierte que "Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte". Si seguimos nuestras propias opiniones o influencias erróneas, es probable que terminemos en situaciones dolorosas y contrarias a la voluntad de Dios.
Problemas y decepciones:
Al ignorar la voz de Dios, nos arriesgamos a enfrentar problemas y decepciones. La Biblia nos dice en Jeremías 2:19 que "tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán". Si no estamos atentos a su palabra, nuestras elecciones pueden conducirnos a situaciones difíciles, conflictos y frustraciones que podrían haberse evitado.
Deudas:
La falta de sabiduría en la palabra de Dios puede llevarnos a la acumulación de deudas. Proverbios 22:7 nos enseña que "el rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta". Cuando no es la voz de Dios, podemos caer en malas inversiones, gastos innecesarios o en el peso de préstamos irresponsables.
Dios no quiere que sus hijos contraigan prestamos o hagan negocios, que al final no podrán cumplir.
El peligro del pecado:
Escuchar voces equivocadas nos puede llevar al pecado y alejarnos de la voluntad de Dios. En Prov: 16:25 se nos advierte que "hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte". Al no discernir correctamente las palabras que seguimos, podemos caer en prácticas inmorales o desobedecer los mandamientos de Dios, lo que nos separa de Su amor y bendición.
Cuando no es la voz de Dios la que escuchamos, siempre nos meteremos en problemas, decepciones, deudas y, sobre todo, en pecado.
Escuchar la voz de Dios a través de su palabra es fundamental para vivir una vida en armonía con Su propósito y recibir Su bendición. La Biblia nos proporciona las herramientas necesarias para discernir Su voz y seguir Sus caminos. Al hacerlo, evitamos caer en problemas, decepciones, deudas y, sobre todo, en pecado. Busquemos siempre la guía de Dios a través de Su Palabra y el Espíritu Santo, para caminar en sabiduría y experimentar la plenitud de Sus promesas. Recordemos las palabras de Jesús en Juan 10:27: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". Sigamos al Buen Pastor y disfrutemos de una vida llena de bendiciones y propósito.