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El Monoteísmo Cristiano: La Doctrina Fundamental de la Unicidad de Dios


En un mundo donde las creencias religiosas son vastas y diversas, la enseñanza del monoteísmo cristiano resuena con claridad y convicción: "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es" (Deuteronomio 6:4).

Esta doctrina central, proclamada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, establece la existencia de un solo Dios, una verdad fundamental que ha moldeado la fe cristiana desde sus inicios.


El Fundamento del Monoteísmo

El monoteísmo, derivado de las palabras griegas "monos" y "teos" que significan "uno" y "Dios" respectivamente, es la creencia en un solo Dios. Frente a otras concepciones religiosas que postulan múltiples divinidades, el monoteísmo cristiano afirma la unicidad absoluta de Dios.


Diversidad de Perspectivas Dentro del Cristianismo

Sin embargo, dentro del cristianismo, existen diversas interpretaciones sobre la naturaleza de esta unicidad divina. El trinitarismo, por ejemplo, sostiene la existencia de tres personas en la Deidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero un solo Dios. Por otro lado, el binitarismo considera a Dios como una entidad compuesta por dos personas, excluyendo al Espíritu Santo como una entidad distinta.


La Importancia de la Unicidad

Más allá de estas divergencias, la esencia del monoteísmo cristiano es clara: hay un solo Dios. Esta creencia es central en la fe cristiana y se refleja en las Sagradas Escrituras tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.


El Antiguo Testamento y la Unicidad de Dios

El Antiguo Testamento, desde Deuteronomio hasta Isaías, afirma repetidamente la unicidad de Dios. Versículos como Deuteronomio 6:4, conocido como el Shema, enfatizan la exclusividad de la divinidad. Dios mismo declara: "Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios" (Isaías 44:6).


El Nuevo Testamento Confirma la Unicidad Divina

El mensaje de un solo Dios se reitera en el Nuevo Testamento a través de las enseñanzas de Jesús y los apóstoles. Jesús mismo proclamó la supremacía de la unicidad de Dios como el principal mandamiento (Marcos 12:29-30). Las epístolas también hacen hincapié en esta verdad, asegurando que "Dios es uno" (Gálatas 3:20).


Conclusión: La Unicidad como Pilar de la Fe Cristiana

En resumen, el monoteísmo cristiano es más que una doctrina; es el cimiento sobre el cual se construye la fe cristiana. Desde los patriarcas del Antiguo Testamento hasta los seguidores de Jesús en la actualidad, la creencia en un solo Dios ha sido y sigue siendo la piedra angular de la fe cristiana.