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¿A dónde va tu alma cuando mueres? La verdad sobre la muerte y el más allá



Descubra el verdadero mensaje detrás de la historia del hombre rico y Lázaro y lo que la Biblia enseña sobre la muerte, la otra vida y la salvación eterna.


¿Que pasa cuando morimos?


La Biblia tiene mucho que decir sobre la muerte. En Lucas 16, Jesús cuenta la parábola del rico y Lázaro, donde Lázaro está en un lugar de paz y descanso, mientras que el rico está en el infierno. En 2 Corintios 5, Pablo afirma que preferiría estar ausente del cuerpo y presente con el Señor. Sin embargo, en 1 Tesalonicenses 4, indica que los creyentes muertos están en un estado de sueño y resucitarán cuando Jesús regrese. Estos pasajes plantean la pregunta: ¿qué nos sucede exactamente cuando morimos?


La historia del hombre rico y Lázaro


Echemos un vistazo más de cerca a la historia del hombre rico y Lázaro. Lázaro, una persona salva bajo el Antiguo Pacto, muere y va a un lugar de descanso y paz llamado el Seno de Abraham. El hombre rico, una persona no salva, muere y va a un lugar de tormento, también parte del lugar de los muertos, conocido como Hades. Aunque están en compartimentos diferentes, ambos están en el mismo lugar de los muertos. Lázaro está en un lugar de descanso y paz con los santos, mientras que el hombre rico está en un lugar de inquietud y tormento.


El significado del Hades


Es importante señalar que Hades no es lo mismo que Gehena, el lago de fuego. Hades es el lugar de los muertos, donde tanto los salvos como los no salvos van después de la muerte. Los santos del Antiguo Testamento estaban en una situación de espera, no siendo castigados, sino esperando que Jesús pagara el precio por sus pecados. No podían entrar en su destino eterno final hasta que Jesús muriera, fuera sepultado y resucitara.


¿Qué nos sucede cuando morimos?


Entonces, ¿qué nos pasa cuando morimos? Nuestros cuerpos van a la tumba, y nuestra persona interior, nuestra alma y espíritu, siguen conscientes y esperando. En los tiempos del Antiguo Testamento, las personas salvas estaban en un lugar de descanso consciente, esperando la resurrección. Sin embargo, desde la resurrección de Jesús, la situación ha cambiado. Cuando los cristianos mueren, su cuerpo todavía va a la tumba, pero su alma, espíritu y conciencia interior van a la presencia del Señor.


Los beneficios de la expiación


Cuando Jesús murió, su alma fue al lugar de los muertos, pero tomó del seno de Abraham a todas las almas justas, incluidos Abraham y Lázaro, y las llevó a la presencia de Dios. Este fue uno de los beneficios de la expiación. Ahora bien, cuando los cristianos mueren, no van al Seno de Abraham ni al Hades, sino directamente a la presencia de Dios.


La diferencia entre el sueño y la muerte


En 1 Tesalonicenses 4, Pablo habla de creyentes muertos que estaban en estado de sueño. Sin embargo, este sueño no es lo mismo que la inconsciencia. Nuestros cuerpos están dormidos, pero nuestra persona interior todavía está consciente y esperando la resurrección. Por eso Pablo dice en 2 Corintios 5 que estar ausente del cuerpo es estar presente con el Señor.


Conclusión


Entonces, ¿qué pasa cuando morimos? Nuestros cuerpos van a la tumba, pero nuestra persona interior va a la presencia de Dios, donde esperamos la resurrección. Somos conscientes, pero estamos esperando que nuestra salvación sea completa. Cuando Jesucristo regrese por su iglesia, los muertos resucitarán y viviremos en la presencia de Dios para siempre en un lugar real llamado cielo. Estaremos donde está Jesús, en su cuerpo humano glorificado, por la eternidad.